El Macrismo pro K enfrenta al Duhaldismo antiperonista por el narcoavión Delarruísta

SON VARIAS LAS CONSULTORAS que admiten, en estricto off the record, la información que en este momento más "preocupa" al Gobierno: si las elecciones fueran hoy Cristina no sacaría más del 8% de los votos. Ese ocho por ciento estaría compuesto exclusivamente de Madres Pobres Subvencionadas, gente desdentada, okupas con y sin "k", piqueteros, nostalgiosos de los 70s, Milagro Sala y Víctor Heredia.

Para estas consultoras, la imagen negativa de Cristina llega al 100% absoluto: es decir, que nadie en el país ( incluyendo la mismísma Cristina) tiene una imagen positiva de ella. Aún los que la votan, entonces, estarían odiandola "profundamente", y su voto solo se debería al viejo clientelismo, a costumbres peronistas arraigadas o al despiste político que lleva a hacer pelotudeces como votar a los Humanistas o a viajar 501 kilómetros como "protesta" por la pobreza de propuestas presentadas en el panperonismo electoral.

Sin embargo, otras consultoras políticas más cercanas al Gobierno elevan ese guarismo de votos en primera vuelta al 79% de voto "asegurado", con imagen negativa en cifras negativas. Es decir, según estas consultoras más afines al dinero K, la imagen negativa de Cristina sería de -35%, a saber, "menos" treinta y cinco por ciento. Como negativo más negativo dá positivo, esto quiere decir que el ciento por ciento de la gente tiene una imagen positiva, y si llegara un 35% más de gente al país (como por ejemplo, devueltos por los ovnis como en "4400") ellos también tendrían imagen positiva. Dicho de otra manera: de cada 100 personas, 135 aman a Cristina.

Esta notoria divergencia lleva a los analistas políticos a promediar los guarismos, con resultados lamentables ya que pocos de ellos terminaron la primaria, y una regla de tres simple es algo que no se puede arreglar tomando un cafecito con un Senador en un bar de Avenida de Mayo. Como resultado, y muchas veces por presión de sus editores, los números distan de ser confiables.

Mientras tanto, en la isla de Soñando por Bailar, todos se hacen los boludos y nadie dice que "bracito" no puede hacer una coreo como corresponde porque, bueno, justamente , le falta un pedazo de brazo. Sin embargo, se ejerce la misma "acción positiva" que en otros ámbitos se despliega para alentar a piqueteros a que día por medio corten las calles de Capital ante la más mínima excusa o ante la muerte del primer militante que se cruza imprudentemente en la trayectoria de una bala.

Esta acción se trataría de una apoyatura indirecta a la candidatura de Scioli, queriendo demostrar así que las personas con solo cinco dedos en total están capacitadas para bailar con la más fea: la presidencia de la Argentina.

Mientras tanto, en un análisis no carente de significado político, dado que "bracito" es re puto, se le estaría abriendo un mercado inesperado en el taxiboysismo porteño ante la oferta de varios viejos bufarras que quieren sentir el apéndice malforme del bailarín por popa. Y si un bailarín puede aspirar a primera figura con un dildo de carne en vez de brazo, porqué no podría Scioli hacer su arribo a la casa rosada para guiarla con puño de hierro, de hierro y titanio y fabricado en alemania.

Para pensar.